domingo

Mi abuela pinta bodegones (parte I)

Introducción

Podría haber elegido millones de temas. Grandes músicos, reconocidos cineastas e ilustres pintores inundaban mi cabeza constantemente. Mil y un intentos fallidos de inspiración a través de canciones y más canciones y justo en ese momento, en el intento número mil dos fue cuando Nat King Cole gritó: “Estas perdiendo el tiempo, pensando, pensando”.
En ese preciso momento mi cabeza reaccionó y llegó a la terrible conclusión de que quizás a todos estos grandes músicos, reconocidos cineastas e ilustres pintores ya les hayan dedicado innumerables trabajos e incalculables halagos de gente como yo, estudiantes de clase media alta que sueñan con hacerse fotos en la Torre Eiffel, pero que no conocen el acueducto de Segovia.
Podríamos decir que aquí mi mente experimenta un periodo de dudas existenciales, la mayoría ellas totalmente absurdas y descabelladas, pero que concluyen con una visita a la estantería de mi habitación para consultar en el diccionario el significado de arte.

Arte:
- Virtud, disposición y habilidad para hacer algo.
- Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
- Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer bien algo.
- Maña, astucia.
- Disposición personal de alguien.
- Instrumento que sirve para pescar.

Cierto es, que todas estas definiciones corresponden al significado de arte pero no todas se relacionan con el significado que yo ando buscando. Automáticamente mi mente ha descartado todas las opciones, incluido el instrumento que sirve para pescar, exceptuando las dos primeras. En un primer lugar barajo la primera definición “Virtud, disposición y habilidad para hacer algo”, instintivamente me pregunto ¿la virtud, disposición y habilidad que tiene mi madre para hacer croquetas es arte?, pues si, es arte, pero tampoco se trata del significado de arte que necesito. Por lo tanto, después de esta larga y profesional deliberación precisamos el significado de arte como manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginario con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros. Con esto, podría concluir diciendo que la habilidad que tiene mi abuela para pintar bodegones es arte, y además es el arte que yo ando buscando.
En resumen, estamos tan preocupados mirando a lo lejos que no repercutimos en lo que tenemos delante. Por esto y por muchas cosas más mi abuela es mi artista elegida.

Biografía

Mi abuela, no es solo mi abuela, también es hija, hermana, madre y muy recientemente bisabuela. Aparte de compartir otras muchas cosas, compartimos nombre, ya que está científicamente probado que la exclusividad y la tradición son aspectos totalmente incompatibles en una familia.
Aquí os presento a mi abuela, Cristina Izquierdo Pérez nacida en Badajoz capital a eso de las tres de la madrugada de un bonito 2 de Julio de 1924. Hija de Salvador Izquierdo Pinilla, interventor del ayuntamiento y un hombre muy recto y competente, y de Amparo Pérez García, maestra nacional y sencilla y bondadosa de nacimiento. Cada fin de semana, los acompañaban a la verbena y al cine.
Era la tercera de una larga lista de hermanos, siete para ser exactos: Inmaculada, Antonio, Ricardo, Felisa, Salvador y Purificación.
Pasó buena parte de su infancia en San Vicente de Alcántara, un bonito pueblo situado al noroeste de Badajoz, años más tarde la familia Izquierdo Pérez al completo se despidió de los veranos secos y del calor asfixiante de la llanura extremeña para trasladarse a Jerez de la Frontera, Cádiz. Me gustaría imaginar la magnitud de aquellas enormes mudanzas, siete hijos, un solo coche, mucho equipaje y considerable calor, pero nuestra actual dependencia al aire acondicionado y al elevalunas eléctrico nos impide comprender tan grandes escalas. En Jerez cosió sus primeros botones y cocinó sus primeros platos aunque fue ya en Valencia donde perfeccionó la receta de la paella valenciana la cual, muchos años más tarde pasaría a llamarse “La paella de mi abuela”.
En Torrente estuvo hasta los 24 años, fue entonces cuando los encantos de mi abuela y las casualidades de la vida tuvieron lugar, el resultado final concluyó con la aparición estelar de mi abuelo, Don Lisardo Lozano Laguna, veterinario de profesión, y dotado de un gran corazón. La paciencia no era precisamente su don y aunque decían que era estricto y riguroso, los constantes peloteos de sus hijas convertían este gran carácter en un auténtico trozo de pan.
Los proyectos de la nueva familia que avecinaba trajo consigo otra mudanza, la última mudanza. Volvían a Badajoz, en este caso a Villanueva de la Serena, escenario en donde se desarrolló y se sigue desarrollando el resto de la vida de mi abuela.
La natalidad no tardaría llamar a la puerta, seis hijas vestidas iguales conformaban una escalera de diminutas mujeres ordenadas de mayor a menor: Inma, Lupe, Cristina, Amparo, Manola y Marina. En casa de mi abuela la modista tenía su propia habitación, y rara vez no había polémica sobre los largos de los vestidos y las telas de las camisas.
En el ámbito profesional, mi abuela es una mujer muy bien instruida, sus constantes victorias al Trivial demuestran que pese a no tener estudios universitarios tiene una gran capacidad para obtener quesitos. Además posee muy buenos conocimientos en aspectos administrativos, y una gran formación en contabilidad, mecanografía y taquigrafía, que la sirvieron muy positivamente a lo largo de su vida laboral.
La música es una de sus grandes pasiones, grandes glorias como Nat King Cole o Salvatore Adamo forman un pequeño fragmento de la banda sonora que la acompañó durante los años. Tiene un oído muy fino, y aunque siempre ha tenido ganas de aprender a tocar el violín fue ella la que nos enseñó a aporrear nuestras primeras notas en el desafinadísimo piano que hay en el salón.
La afición por la pintura le llegó muy recientemente, siempre le gustaron las artes plásticas, pero fue hace unos años cuando empezó a colgar sus primeros cuadros.